En este año, que acaba de comenzar, se cumplen 40 años desde que subí por primera vez a un escenario para hacer teatro.
Terminaba la década del 60, y dos de mis hermanos, Oscar y Emilio, llevaban mucho tiempo integrando distintos grupos de teatro. Es así, que yo asistía con mi madre y mi hermana, a verlos actuar, en aquellos escenarios que se montaban a veces al aire libre, aprovechando la calidez de las noches de verano.
Terminaba la década del 60, y dos de mis hermanos, Oscar y Emilio, llevaban mucho tiempo integrando distintos grupos de teatro. Es así, que yo asistía con mi madre y mi hermana, a verlos actuar, en aquellos escenarios que se montaban a veces al aire libre, aprovechando la calidez de las noches de verano.
Generalmente eran comedias, aunque más tarde se pusieron mas serios, y asisitíamos sorprendidos a ver a los actores moverse en una cámara negra. "Es teatro de cámara" decían, y aunque mis sueños se repartían entre el fútbol y el teatro, este último se me hacía cada vez más familiar. Cuando terminaba de entrenar para el torneo de Baby Fútbol, que se jugaba en el club San Martin, me iba al teatro a ensayar.
Por aquel entonces, los numerosos grupos de teatro independiente que existían en mi querido Pehuajó, se disputaban el público, llegando en algunos casos, hasta montar sus propias salas. Tal es el caso de la "Sala de bolsillo Roberto J. Payró", el pequeño teatro de mi debut, que hoy ya no existe. La obra; "Ensueño" de Luís Ordaz, dirigida por un auténtico hombre de teatro; José Pérez Gegena, quien también fué mi primer maestro.
Los recuerdos de aquella época, son tan innumerables como imborrables. Sin dudas, me acompañarán muy especialmente en este trabajo y el estreno de "Cómpreme el paraíso" será una muy buena ocasión para celebrar este aniversario.