Náufragos

La pasión que vivieron Paul Verlaine y Arthur Rimbaud, "tuvo el efecto de hacerlos náufragos ante un mundo que dejó de necesitarlos, porque la soledad que emanaban era contagiosa y socialmente inviable"

El naufragio, es un tema recurrente en el arte. Es algo que siempre conmueve, que remueve los sentimientos más profundos y el alma de cualquier ser humano. Y es que la sensación de pérdida, de tragedia, de desatre, nos asusta. Tememos naufragar, porque sentimos que el naufragio podría llevarse todo; amores, familia, amigos, sueños...

Navegamos arrastrando nuestros temores, nuestras pasiones, ocultándolos a veces, poniéndolos como bandera otras, pero siempre intentando mantenernos a flote, sabiendo también que un hombre, una mujer, un amor, una enfermedad, nos puede hacer naufragar.

Aunque quizás, lo que mas tememos es al naufragio sentimental. Es que los sentimientos tienen esa prodigiosa capacidad de hacernos jueces de nosotros mismos, y esto muchas veces, no resulta del todo agradable. Sin embargo, campeamos el temporal y seguimos adelante, porque siempre encontramos soluciones. Estas, muchas veces no son más que unos pocos parches endebles, pero ayudan, aún cuando no somos capaces de recoger los pedazos que vamos dejando por ahí.

Es bueno saber que podemos vivir sin tener que comprar el paraíso. Como Arthur, como Paul, aunque sepamos que al final, hay un naufragio esperándonos.