Volvimos a ensayar en la sala Falla, del Conservatorio de Música. Esta vez, con todo el elenco, y los alumnos de escénica.
La oportunidad sirvió para resolver algunos aspectos, y disfrutamos muchísimo de la obra, que adquiere otra dimensión, sobre el escenario.
Todos han trabajado muy duro para llevar este proyecto adelante, y los resultados comienzan a estar a la vista. Sabemos que la etapa que nos toca abordar ahora, es la más dura, pero, como dice Saramago en esa preciosidad que tituló "Memorial del convento"; "será necesario juntar muchas voluntades para lograrlo, pero finalmente, el hombre, volará". Y seguro que lo haremos. Junto a Arthur, a Paul, a Vitalie y a Mathilde.
Elena, Fernando, Saoro y Mati.